



El 22 de noviembre se cumplen 45 años del asesinato de John F. Kennedy, y en este aniversario su figura se recuerda con más insistencia de la habitual en un país que ha recuperado su espíritu de cambio gracias a la figura de barack obama comparado en multitud de facetas con el hasta ahora presidente más carismático en los más de 200 años de historia de Estados Unidos.
Además de que Obama será el primer presidente afroamericano, como Kennedy fue el primer católico en llegar a la Casa Blanca, las referencias a las similitudes entre ambas figuras han sido constantes durante la campaña electoral, y previsiblemente lo seguirán siendo durante mucho tiempo, en un país donde la figura de John F. Kennedy y su familia sigue fascinando a la población.
El propio presidente electo también hizo referencia a John F. Kennedy en su primera entrevista tras su victoria en las elecciones presidenciales, al señalar que espera ser capaz de seguir los pasos de otros "grandes presidentes", como Franklin D. Roosevelt (1933-1945), John F. Kennedy (1961-1963) o Dwight Eisenhower (1953-1961), quienes lograron, aseguró, comunicar a los estadounidenses "lo que estaban haciendo y por qué lo estaban haciendo".
Está claro que llegan aires nuevos a la Casa Blanca, comenzando por el simple hecho de la juventud de Obama, que tiene 47 años; Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 cuando tenía 46 años.
La ilusión que ambos aportaron a la política interna e internacional es del mismo calibre, como predijo Caroline Kennedy, la única hija de JFK, dos semanas antes de las elecciones: "Creo que (el triunfo de Obama) nos motivará como lo hizo el presidente Kennedy".
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