Fernando Villalona se apersonó a las oficinas de un empresario que no daba la cara para honrar una presentación con metralleta en mano. La asistente del personaje-muy amigo del Mayimbe dicho sea de paso-le manifestó: "tú sabes su dirección, vé y reclámale a él en su casa porque no se ha presentado a la oficina". Acto seguido el carismático artista salió del lugar en dirección a la vivienda del empresario. Villalona nunca ha creido en cuentos cuando alguien trata de timarlo. Y eso es bueno, pues en la farándula siempre aparecen quienes se creen más vivos que los demás y con drecho a engañarlos.
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