15 dic 2008

Pilar y Freddy Beras renuevan votos matrimoniales, celebran bodas de perla

En el acto religioso, presidido por el sacerdote Luis Rosario, el veterano prodouctor de televisión lee la Palabra de Dios y recoge la ofrenda Esa noche Pilar no quería ir a la fiesta que organizaba Augusto Guerrero. Una prima le suplicó que la acompañara y no tuvo más alternativa que aceptar. Freddy Beras Goico estaba en el lugar. Y el inquieto Cupido también. Su flechazo, envenenado de amor, ya tiene 30 años de efectividad y ayer lo celebraron con una ceremonia religiosa y un festejo, entre amigos y familiares, en el nido de amor que construyeron a la orilla del mar. Justo a las 11:10 de la mañana del domingo, el padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica, comenzó el acto religioso de las bodas de plata. Minutos antes Freddy y Pilar habían llegado manejando su vehículo en un breve recorrido desde la casa hasta la parroquia, donde un centenar de personas esperaba por ellos. Sus hijos, Giancarlo y Laura, estaban pendientes del más mínimo detalle, como organizadores de la ceremonia y frutos vivos de esa llama de amor que perdura. Los protagonistas llegaron vestidos de blanco, con mucha sencillez, y como si fueran parte de los asistentes a la tradicional misa del domingo en esa iglesia. Ella vestía una blusa y pantalón, con discretas joyas en sus manos. Lo que sí brillaba como una perla era su sonrisa en muestra de felicidad y plenitud al compartir con su amado tan inolvidable momento en la casa de Dios. No hubo producción artística ni lujosas decoraciones. Tampoco se vieron cámaras de televisión ni esos recursos tecnológicos que pudieran marcar una celebración de ¡bombos y platillos! Amor y alegría eran suficientes. BROMISTA NÚMERO 1 Freddy Beras no paraba de bromear en el corto camino de su casa a la iglesia donde ayer celebraron sus bodas de perla (30 años). Pilar iba a su lado (él manejaba) riéndose de sus ocurrencias y refutando al mismo tiempo las que él, relajando, tergiversaba. “Ella y la familia me cayeron encima; yo confieso que me casé para estar un año casado y salir de ella, ja, ja, ja”, bromeaba Freddy. Entonces ella intervenía: “Fue todo lo contrario, la verdadera historia es totalmente al revés...”. Ya en serio puntualizó: “La verdad de todo esto es que esa señora ha sido lo más importante que ha pasado en mi vida porque Pilar ha sido el equilibrio en todo...”. Y de inmediato vino el humor: “Me siento muy bendecido una vez más y protegido por el Señor Jesús que me mandó esa vaina, que la traje de Sabana de la Mar y le enseñé el Conde y las luces”. Ella le seguía el juego: “Que alguien me defienda, porque yo lo domestiqué y lo saqué a la civilización, ja, ja, ja...”. Otra ocurrencia: él recordó el día siguiente de cuando se casaron: “Nos íbamos en un barco, entonces le dije yo a Benjamín, mi suegro:, - ¿qué tu quieres que te traigamos?, y me dice él: - Oh, mi nieto... ja, ja, ja, ja”. Y reían y también contagiaban a César Medina, José Ramón Prats y Virginia Grullón de Prats, quienes viajaban en el vehículo. Ese primer nieto de Benjamín fue Giancarlo, que hoy tiene 29 años. Luego vendría Laura, de 26. “En estos treinta años nos han pasado cosas bonitas realmente, pero nuestros hijos es el mayor regalo, la mayor bendición”, comentó Pilar a los reporteros de LISTÍN DIARIO. Ella valoró que sus muchachos “no nos han dado problemas, todo lo contrario, eso nos llena de satisfacción, eso es muy difícil en estos tiempos, hay que estar muy bendecido, son estupendos, estudiosos...”. Se planificaron para tener la pareja y Dios le concedió el deseo. También anhelaban una casa para el retiro y ya la tienen, aunque Pilar indicó que “no creo que Freddy sea un hombre que pueda retirarse, no es un hombre que venga a sentarse a ver el mar, y ni yo tampoco, él está acostumbrado a trabajar”.

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