Una fiesta de colores, brillos y plumas montó Sao Paulo para una nueva edición del desfile del Orgullo Gay, uno de los mayores del mundo, en el que se esperaban más de tres millones de personas para protestar contra la exclusión y los prejuicios hacia los homosexuales.
Bajo el lema "La homofobia tiene cura: educación y criminalización", la parada comenzó pasado el mediodía en la normalmente sobria avenida Paulista, el corazón financiero de Sao Paulo, que recibió una avalancha de "drag queens", diablitos, mujeres maravilla, marineros, plumas y lentejuelas.
Aunque también, muchas personas y turistas que sólo querían mirar o acompañar más discretamente el desfile, organizado por la Asociación de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de Brasil.
LA PARADA MÁS GRANDE DEL MUNDO
"¡Vamos a comenzar, a divertirnos, a bailar, vamos con la parada más grande del mundo!", exclamó la animadora desde lo alto del escenario para dar inicio a la décimosexta edición del desfile con el himno brasileño en clave electrónica, que todos bailaron y cantaron.
"Hoy es un día de fiesta, una oportunidad para reivindicar nuestros derechos", declaró de su lado el diputado federal Jean Wyllys, un defensor de los derechos de los homosexuales que también participó de la apertura.
CAMIONES Y MÚSICA ELECTRÓNICA
Catorce camiones con música a todo volumen de Shakira, Madonna o Gloria Gaynor más un amplio repertorio electrónico animaban a los participantes, que bailaban bajo el primer cielo azul que Sao Paulo exhibió en varios días.
"Me encanta venir a la parada, me gusta porque estoy a mis anchas, me siento libre", contó Alex, un joven de 17 años con un impecable cabello alisado y grandes gafas que bailaba con sus amigos en una esquina de la avenida Paulista.
"Vine con mi esposa a mirar, estoy sorprendido por la cantidad de gente", contó de su lado Saulo Moraes, un paulistano de la tercera edad que miraba el espectáculo desde una cierta distancia.
UNIÓN ENTRE PAREJAS DEL MISMO SEXO
El movimiento gay de Brasil celebra que el Supremo Tribunal Federal, la máxima autoridad de justicia del país, haya reconocido en mayo del año pasado la "unión estable" de parejas del mismo sexo como una entidad familiar, garantizándoles los mismos derechos que a las heterosexuales.
Esta decisión ha dado pie a que parejas homosexuales puedan ser reconocidas como un matrimonio, aunque aún en Brasil no existe una ley federal que lo permita y esto queda a la acción de las justicias regionales.
DRAG QUEENS, TRAVESIS Y MINORÍAS SEXUALES
"La situación de los homosexuales está mejorando, la comunidad gay vive ahora un poco mejor y hemos conseguido más espacio", comentó Ana Paula, una "drag queen" que vino desde el estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil, para participar del desfile.
"La sociedad brasileña es prejuiciosa, pero menos mal que está cambiando. Y eso es gracias a la visibilidad de nuestro movimiento", contó Donatella, un altísimo travesti que forma parte de una iglesia cristiana en Sao Paulo que acoge a las minorías sexuales.
Aunque también, muchas personas y turistas que sólo querían mirar o acompañar más discretamente el desfile, organizado por la Asociación de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de Brasil.
LA PARADA MÁS GRANDE DEL MUNDO
"¡Vamos a comenzar, a divertirnos, a bailar, vamos con la parada más grande del mundo!", exclamó la animadora desde lo alto del escenario para dar inicio a la décimosexta edición del desfile con el himno brasileño en clave electrónica, que todos bailaron y cantaron.
"Hoy es un día de fiesta, una oportunidad para reivindicar nuestros derechos", declaró de su lado el diputado federal Jean Wyllys, un defensor de los derechos de los homosexuales que también participó de la apertura.
CAMIONES Y MÚSICA ELECTRÓNICA
Catorce camiones con música a todo volumen de Shakira, Madonna o Gloria Gaynor más un amplio repertorio electrónico animaban a los participantes, que bailaban bajo el primer cielo azul que Sao Paulo exhibió en varios días.
"Me encanta venir a la parada, me gusta porque estoy a mis anchas, me siento libre", contó Alex, un joven de 17 años con un impecable cabello alisado y grandes gafas que bailaba con sus amigos en una esquina de la avenida Paulista.
"Vine con mi esposa a mirar, estoy sorprendido por la cantidad de gente", contó de su lado Saulo Moraes, un paulistano de la tercera edad que miraba el espectáculo desde una cierta distancia.
UNIÓN ENTRE PAREJAS DEL MISMO SEXO
El movimiento gay de Brasil celebra que el Supremo Tribunal Federal, la máxima autoridad de justicia del país, haya reconocido en mayo del año pasado la "unión estable" de parejas del mismo sexo como una entidad familiar, garantizándoles los mismos derechos que a las heterosexuales.
Esta decisión ha dado pie a que parejas homosexuales puedan ser reconocidas como un matrimonio, aunque aún en Brasil no existe una ley federal que lo permita y esto queda a la acción de las justicias regionales.
DRAG QUEENS, TRAVESIS Y MINORÍAS SEXUALES
"La situación de los homosexuales está mejorando, la comunidad gay vive ahora un poco mejor y hemos conseguido más espacio", comentó Ana Paula, una "drag queen" que vino desde el estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil, para participar del desfile.
"La sociedad brasileña es prejuiciosa, pero menos mal que está cambiando. Y eso es gracias a la visibilidad de nuestro movimiento", contó Donatella, un altísimo travesti que forma parte de una iglesia cristiana en Sao Paulo que acoge a las minorías sexuales.
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