Recreó la película "¿Qué pasó ayer?", pero no tuvo un final feliz.
El australiano Jacob Francis Brookes arribó a su boda borracho y el sacerdote que debía casarlo se negó a unirlo para toda la vida con su novia. Además, pór si fuera poco, llamó a la policía, que lo detuvo por su mal comportamiento.
Según explicaron periódicos locales, Jacob llegó a su matrimonio con la resaca que le había dejado la fiesta de soltero que le brindaron sus amigos.
Una vez en la iglesia, y antes que llegara la novia, el sacerdote que debía casarlo notó su hálito alcohólico y se negó a realizar la ceremonia.
Luego llamó a efectivos de la policía de la localidad de Adelaida, quienes detuvieron al hombre por resistirse al control de seguridad y por faltarle el respeto la autoridad.
Este hecho ocurrió el pasado febrero, sin embargo, esta semana Jacob fue formalizado por la justicia.
Al salir del tribunal declaró a la prensa que sólo había tomado "tres cervezas, dos whiskies y dos shots… eso no es estar borracho".
Agregó, además que se arrepiente de haber escogido a ese ministro para que celebrara su boda.
"Tuve mi despedida de soltero la noche anterior, o sea, vamos, todos somos hombres", agregó.
Respecto a la desafortunada novia, el australiano dijo que aún tiene intenciones de recuperarla y que "siempre estará en mi corazón".
Foto: Reproducción/Abc News
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